Otra cara, Otra moneda. RD

Empezar viviendo en otro país, fuera de la zona de confort. Donde yo no quiero tener un mindset que se me ha inculcado sobre el país, donde quiero yo formar mi propia manera de ver y vivir este país, tan lindo y lleno de todo.

República Dominicana, que grandes cosas tu tienes para mi. Una isla con territorio compartido, una tierra que ha sido de muchos, pero que al final su gente la ha defendido. Un país de todos colores, sabores y formas. El azul de tu cielo y mar que se mezcla con el verde de las montañas. Mucho que descubrir y mucho tiempo para hacerlo.

Mi español «neutro» que uso para comunicarme, junto con mi español «dominicano» que he aprendido, gracias a mi familia dominicana en Nueva York. Neutro porque incluso en México, en mi tierra, se me ha hecho una costumbre de no utilizar modismos y jergas para comunicarme; que claro que lo he aprendido, pero no es algo que utilice diario. Con esto mismo se me hace ágil y una facilidad tener una conversación más efectiva.

Que me encanta como el shock cultural del lenguaje me hace reir todo el tiempo, y claro que no por burla, si no porque se me hace muy curioso y astuto. Aparte yo me rio por todo. Creo que mi cerebro es muy cosquilludo.

Un país que dicen  «te enamoras de el (país) ó de alguien», que hace que te quedes. De ahí nace un miedo emocionante de saber qué pasará, ó si estaré lista, ya después de un año, para una nueva aventura en otro pedacito del mundo. La música y sus diferentes ritmos caribeños, su lado bohemio, literario y artístico; esto me llega en lo que más me gusta. Los diferentes medios de expresión social, que llenan de color y cultura al país. Que es algo que no se conoce mucho y que espero ser una ventana a este lado del país hacia el mundo.

La música y sus diferentes ritmos caribeños, su lado bohemio, literario y artístico.

Su gente, tan «chévere»;  que te hacen ver ese otro lado del país, el lado humanista y no solo sus hermosos atractivos naturales. La manera de pensar y de actuar de las personas, con personalidades inigualables y muy frescas. Un país muy diverso en su gente, que le hace falta aprovechar esta característica para poder lograr muchas más cosas. Con esto último me identifico con mi país y las situaciones. Sin embargo ahora es tiempo de ver al mundo con otra perspectiva y aprender de eso.

Aquí lo hay todo, y lo puedo decir a mis 15 días de haber cambiado residencia a esta hermosa isla. Será un reto, sin duda. Es cuestión de pensar siempre en soluciones, con calma. Llegar a conocer a su gente y todos sus aspectos. No tomar las malas situaciones como personales, sino como una experiencia más que había que vivirla para algo mejor en el futuro. De todos modos tengo su música y personas que ya son como mi familia, que las tengo cerca de mí todo el tiempo para pasar buenos momentos.

Dejar lo mejor de mi en las personas que conozca, y dejar que aprendan las buenas y malas experiencias que me han tocado vivir.

Me voy «aplatanar» señores!

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